Que me levante todas las mañanas con ganas de verte, que no haga más que escribir tu nombre en todos lados, que me muera de ganas por agarrarte y no soltarte nunca, que sea la niña más feliz del mundo solamente de saber que existes, que viva cada instante con más ilusión que el anterior , que me vaya al Fin del mundo por si acaso te veo. Te quiero , y el corazón nunca miente.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Lectura de obligado cumplimiento

Esto es de un Aficionado al Athletic,que GRANDE no he podido evitar que me saltarán las lagrimas,grande muy grande Siempre Athletic Club♥

Hace dos sábados hacía referencia a una carta remitida por un socio rojiblanco a ‘aupaathletic.com’ el 18 de octubre. Endika, su autor, ha tenido la deferencia de autorizarme su publicación en esta contra, algo que le agradezco profundamente porque sus palabras vienen a reflejar de manera clara y profunda lo que es y supone el sentimiento Athletic.
Un día antes a este texto, para entrar en situación, los leones se impusieron por 3-1 a Osasuna con goles de Muniain, Gabilondo y Javi Martínez. Pocas veces se ha expresado tan bien el amor a unos colores. Hablamos de una lectura de obligado cumplimiento. “Hoy quizás sean estas líneas las que más me cueste escribir en mi vida, pero aún así necesitaba compartirlo.
Hoy mi aita nos ha dejado. Dormido, sin sufrir, después de una larga enfermedad, rodeado de nosotros, sus seres queridos, nos ha dejado feliz por haber criado una familia magnífica y dejar atrás un legado que yo seguiré conservando como si fuera mío. Ayer lunes, mi aita no hacía más que preguntarme a qué hora jugaba el Athletic. Dentro de su gravedad, apenas podía hablar, siempre animando a que ganásemos a Osasuna, ya que como socio que soy me iba a La Catedral, ya que él estaba contento porque yo fuera. Como le prometí, si marcábamos gol, le mandaría un mensaje de quien sería el anotador. Para las nueve de la noche mi aita estaba muy fatigado ya, pero aún así mi amatxu colocó la bufanda del Athletic en la parte superior de la cama del hospital. Por cada gol que marcó el Athletic, mi aita hacía un esfuerzo inmemso, se incorporaba un poco para tocar la bufanda rojiblanca, y se dejaba caer de nuevo en la cama. Así con los tres goles. Mis tres mensajes, los tres goles, sus tres agitaciones de la bufanda.
Mi aita, además de muchas cosas, me inculcó el amor por este club. Fue el que me llevó por primera vez a La Catedral, el que me llevaba a Lezama siempre que su duro trabajo se lo permitía. Hace poco le regalé una camiseta zurigorri con su nombre y le hizo muchísima ilusión, aunque casi más a mí, se la ponía en el hospital siempre que los leones saltaban al verde. Muchas de las enfermeras le conocían por eso.
El destino ha querido que nos deje justo tras la jubilación, justo cuando iba a poder disfrutar de los suyos y del Athletic más que nunca. Por eso y por todo, eskerrik asko! Goian bego, Aita!”

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