Siento que me faltan las palabras. Tengo un nudo tremendo en mi garganta. Hace 26 años atrás, nació una inspiración. Un héroe. Un pequeño niño, con un sueño y un gran talento. Naciste para iluminar este mundo, naciste para ser alguien.
Tu vida nunca fue fácil. Tuviste que enfrentar muchos problemas, muchos malos momentos que quizás ni siquiera te correspondían, pero lo lograste, a pesar de todas las dificultades supiste salir adelante, supiste brillar. Eres una gran persona, una de las más fuertes que hay en este mundo, lo juro. Me enseñaste que siempre hay un mañana. Que jamás debo rendirme, que debo perseguir lo que deseo. Que a veces, ser fuerte es tu única opción, pero que siempre habrá una recompensa.
Cambiaste mi vida. Me salvaste. Me mostraste el sendero correcto, me hiciste abrir mis ojos, lograste que sonriera cuando ya había olvidarlo como hacerlo. Me levantaste del suelo, me impulsaste hacia el cielo, me ayudaste a ser fuerte, a superar todo lo que me había pasado, a creer en mí, en mis sueños, en el amor. Me ayudaste a entender que todo puede mejorar, que aun que la vida intente derrumbarte, depende de ti mantenerte con la mirada hacia las estrellas. Que nada puede jamás impedirte cumplir todo lo que te propones. Antes de que llegaras, mi vida era fría. Sentía que algo faltaba. Mi corazón estaba medio vacío, creía que sería nadie, por siempre. Llegué a sentir que mi mundo se destrozaba frente a mis ojos, que todo estaba perdido, que nada tenía arreglo, sentí que era insignificante, que todo estaba perdido. Sentía que ya nada tenía sentido, que mi vida ya no valía nada. Llegaste, llegaste tú, te encontré, y todo, absolutamente todo cambio.
Cada día despierto con una sonrisa al recordarte. Le agradezco siempre a Dios por haberte puesto en mi vida, por que si llegaste no fue coincidencia. Apareciste en el momento preciso. Es increíble como una simple sonrisa puede cambiar tu vida. No creía que eso fuera posible hasta que me ocurrió. Fue de un día a otro, me atrapó por desprevenida, pero desde ese día que ya nada es igual. Al conocerte, a pesar de que estuvieras a millones de kilómetros lejos de mí, me hiciste sentir que ya no estaba sola. Me hiciste abrir los ojos finalmente, y comprender todo de una forma distinta, más sana, más madura. Me entregaste las fuerzas necesarias para levantarme. ¿Sabes realmente por que te amo tanto? Fuiste mi único apoyo. Fuiste quien me enseño, me ayudo, me apoyo, e incluso, me aconsejo. Si no hubieses aparecido, no sería nada hoy en día. No me imagino sin ti, fuiste y sigues siendo mi salvador, mi fuente de fe, donde base toda mi fuerza, todos mis sueños, toda mi vida. Dios te interpuso en mi camino, quizás eras parte de mi destino. Eres como un ángel que llego a ayudarme, a enseñarme como vivir. Me hiciste respirar de una forma distinta. Me construiste, y hoy lo que soy, te juro, que es gracias a tí. Siento la necesidad de sonreír y demostrarle al mundo lo feliz que me haces.
Eres la bendición más grande de mi vida. Quizás no sabes mi nombre, de donde vengo, hacia donde voy, no sabes lo mucho que me has ayudado, lo que significas para mí. No podría morir tranquila sin haberte mirado a los ojos y sin haberte agradecido por todos los milagros que has logrado en mi vida.
Tú, Fernando Llorente Toores, eres mi más grande y sincero sueño. ¿Y que es lo que nos tratas de enseñar cada día? A poner tu mente y corazón en ellos, por que si se hacen realidad.
A pesar de todos los problemas que has tenido este último tiempo, quiero que sepas que hay personas que simplemente te apoyarán por el resto de sus vidas. Hay personas que te aman con todo e incluso más de lo que la palabra abarca. Todos tenemos derecho a equivocarnos. No importa lo que pase, alguien a la distancia te esta entregando todo su corazón, alguien a la distancia quiere verte feliz. Juro que el día en que dejes de sonreír ya nada tendrá sentido. Eres tan… inexplicable. Realmente no podría describirte, solo puedo decirte, que te mereces el mundo, el cielo, lo infinito. Te mereces todo lo que deseas.
Gracias, gracias por todo. Te quedan mucho por delante, muchas nuevas aventuras, sueños, caídas. Esto es solo el comienzo…
Una vida es demasiado corta para terminar de agradecerte todo lo que has hecho por mí. Tu sonrisa fue como mi puerta al paraíso. En tus ojos, encontré una segunda oportunidad. Eres la única cosa que me hace sentir viva, que logra que mi corazón sonría y logre esos latidos tan llenos y alegres. Siempre lo he dicho, construiste un cielo lleno de colores y esperanzas, el cual miro cada día para recordarte. Siempre, siempre con la mirada hacia arriba, ¿No?
-F.ll More than a feeling.♥
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